Solo puedo decirles lo que he aprendido sobre mí desde que comencé a cuestionarme. Si eso les interesa aquí voy...
Mis pensamientos son algo confusos, mis ideas siempre se dispersan.
El mundo me agobia y en general mi hogar son mis libros.
Acepto a las personas como son, pero a veces sus emociones me aterran.
Aún no sé quién soy porque comprendí que no tengo que saberlo, porque es fácil sorprender a los demás pero es muy difícil sorprendernos a nosotros mismos. Por años traté de entenderme, pero ya no me interesa.
Prefiero aceptar a mis demonios que enfrentarlos, no lo presumo, pero es la verdad. Mis batallas jamás las comparto, las lucho en soledad y a mi manera.
Solo una persona marcó mi vida, fue mi mejor amiga, mi hermana, mi compañera y mil formas de llamarla. La perdí años atrás, cuando decidió marcharse sin avisar, cuando decidió que ya no me necesitaba. Desde ese momento cambié, me convertí en un alma fría pero con sentimientos, me convertí en cosas que prefiero olvidar, cosas que prefiero enterrar en mi memoria.
Sigo aquí gracias a personas que amo. El amor me mantiene viva, me mantiene atada pero viva.
Las cosas que aprendí sobre mí son muchas, pero estás son las que deben saber.
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